Este fin de semana ha sido un tanto especial.
El sábado presenciamos algo en Bilbao que nunca quisimos ver. Vimos una comitiva que llevaba un ataud, detrás la familia del finado y en la iglesia próxima hacia donde se dirigían les esperaban autoridades, civiles y militares para iniciar un funeral.
El funeral era por el inspector Eduardo Puelles que unas horas antes perdía la vida destrozado por una bomba lapa colocada, una vez más, por otro de los malnacidos que forman parte de esa especie de asociación de trastornados hijos de puta que se llama ETA.
Otra vez las mismas palabras, los mismos homenajes y las mismas declaraciones en las que todo el mundo se apresura a negar a los terroristas. ETA NO o ETA EZ.
Pues claro que ETA NO!
Todo el mundo está en contra de ETA, todo el mundo quiere que ETA desaparezca de nuestras vidas y que acontecimientos como el de este fin de semana no vuelvan a ocurrir.
Pero el problema no es quién dice ETA NO o ETA EZ, el problema es cuántos dicen ETA SI o ETA BAI.
Por que, la inmensa pero la inmensa mayoría no sólo ya de los españoles sino también y especialmente de los vascos estamos en contra de ETA y por tanto ésto debería estar fuera del debate. Ya no hay dudas al respecto. No sigamos estableciendo la competición de cuántos se posicionan claramente en su contra.
La cuestión es: si la inmensa mayoría establecemos nuestro NO al terrorismo vasco etnicista, ¿porque gana el SI de los que quieren la utopía revolucionaria por la que ETA les llevará a esa especie de tierra prometida totalmente euskaldun?
Son miles de ciudadanos vascos que llevan una vida normal como la de muchos de nosotros, son trabajadores que pagan su hipoteca y que llevan sus hijos a la escuela, y que a día de hoy piensan (porque tienen miedo a pensar otra cosa) que poner una bomba en el coche de un policía no es más que la expresión de un conflicto no resuelto y que tiene como principal responsable al opresor estado español que impide a los vascos ser independientes y gobernar sus instituciones por fin euskaldunizadas, sin ingerencias legales impuestas por los malvados españoles.
Los del ETA BAI ganan cuando los malnacidos se cargan a alguien y condicionan a los demás hasta el punto de que, una vez más, y ya van no se cuántas, nos obligan a tener que decir ETA EZ.
Eduardo Antonio Puelles tenía 49 años y tenía dos hijos. D.E.P.
Publicado en ACTUALIDAD, DENUNCIAS, ESPAÑA, TERRORISMO
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